viernes, 25 de abril de 2008

Resumen Maquina del Tiempo

El mismo año en que se inventa el cine (1895) H. G. Wells "inventa" la máquina del tiempo y ya nunca más se iría este aparato de la literatura de ciencia ficción. Curiosamente, a Wells no le interesaba el pasado sino solamente el futuro. Su máquina no es más que un pretexto para visitar el futuro de la humanidad. No le interesa cambiar el pasado ni el futuro ni jugar con las paradojas que tanto entusiasmarían a otros autores de ciencia ficción. El protagonista e inventor de la máquina explica a algunos de sus amigos (entre ellos el que actúa como narrador de la novela) que el tiempo no es más que una cuarta dimensión, puesto que igual que en la realidad no hay líneas ni planos tampoco hay objetos tridimensionales que tengan una existencia instantánea o fuera del tiempo. Afirma haber inventado la máquina capaz de viajar en el tiempo y promete contarles su experiencia en un plazo de una semana. En el plazo fijado, el inventor aparece con las ropas sucias y arrugadas y unas extrañas flores en la mano y cuenta el viaje al futuro que ha experimentado. Ha llegado hasta el año 802.701 y ha visto una ribera del Támesis espléndida de vegetación y hermosas construcciones. En ellas viven unos hermosos jóvenes (no hay gente mayor) dedicados a juguetear, comer sólo vegetales, bañarse y a hacerse el amor. Al viajero le parecen extraordinariamente simples e inútiles y llega a la conclusión de que el buen ritmo de progreso de la humanidad la ha acomodado y convertido en niños que no tienen necesidad de esforzarse en nada. Pronto tiene que corregir sus conclusiones, porque observa que existen otro tipo de seres humanos, sucios y de aspecto bestial, que viven en unos subterráneos a los que se accede a través de una serie de pozos. Deduce que esa división de la humanidad se debe a la división en clases que existía en la sociedad que él conocía y que la tendencia a reducir a la mera subsistencia a quienes trabajan para la felicidad de los demás ha acabado por proyectarse al ámbito biológico: los eloi son los jóvenes hermosos y los morlock los trabajadores bestiales. Sin embargo, también tiene que corregir esta teoría cuando comprueba que la ausencia de gente mayor entre los eloi se debe a que los carnívoros morlock, agotadas las especies animales, se los comen. El viajero, tras recuperar la máquina que los morlock le han robado luchando contra ellos a golpes de una barra de hierro y asustándoles con el fuego, desconocido para esa humanidad, emprende su viaje, también hacia adelante, llevando en el bolsillo las flores que le ha regalado Weena, una muchacha eloi a la que ha salvado de ahogarse y con la que ha tenido una especie de romance. Viaja cientos y miles y después hasta millones de años en el futuro hasta que ve una tierra deshabitada ya por el hombre y luego incluso desprovista de cualquier tipo de criaturas. Luego regresa a su época. Sus amigos se muestran muy satisfechos por lo imaginativo de la historia, pero no le creen ni siquiera viendo las exóticas flores que trae. Él les enseña la máquina y les dice que va a volver a viajar y que lo hará también al futuro para vivir los años de plenitud de la humanidad previos a la decadencia que ha conocido. Al día siguiente, cuando el narrador va a visitarle, el inventor se mete en su sótano y emprende el viaje.

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